Andrea CD: La Primera (y 2ª Parte)

Llegué al bloque de Andrea a las cuatro menos cinco. Espere a que fuese la hora acordada para llamarla y decirle que ya había llegado. Me indico el bloque y el piso y la puerta. En aquella construcción eran cuatro los bloques de viviendas, lo que dio cierta confianza en cuanto a pasar desapercibido. Debía ser mucha la gente que transitaba por aquella zona común que compartiéndola ni siquiera se conocerían.

Al llegar el ascensor al piso que me había indicado me encontré con un pasillo en el que debería de haber no menos de diez puertas. Ni por asomo me paso por la cabeza detenerme a contarlas. Estaba inquieto más que nervioso. Había llegado aquel primer día que tanta incertidumbre y emoción se estaban entremezclando dentro de mi cabeza.

Tomé el pasillo a la derecha y unos después se entreabrió una puerta. Era su puerta. Me invitó a pasar. Nos saludamos y nos dimos dos besos en las mejillas.

- “¿Cómo estás”?.
- “Bien. En todo caso, un poco nervioso”.

Sonrió tiernamente y paso su manos por mi antebrazo de abajo hacia arriba. Me invitó a pasar al comedor y me preguntó si quería un café o algo fresco. Me decidí por tomar café.

- “Tendré que prepararlo. Vamos a la cocina y me ayudas”.

Cruzamos el pasillo y entramos en la cocina. En ese breve trayecto ya tenía decidido que iba a gustarme todo lo que pudiese pasar aquella tarde. Me pareció que era bastante alta. Calculé que mediría no menos de 186 cm contando con los zapatos de tacón bajo que llevaba puestos y que evidentemente la transformaban en muy femenina. Resultaban muy elegantes. Luego me dijo que aquellos zapatos eran los que más le gustaban por la comodidad con la que podía llevarlos. De hecho tenía un par también en color negro. El rojo lo había reservado para otros dos pares que tenía en su armario; uno de tacón alto y otro de “stilleto”.

Andrea vestía perfectamente combinada. Llevaba una falda negra de las de tipo tuvo que utilizan las ejecutivas. El corte le llegaba justo por encima de las rodillas y tenía una abertura delantera que dejaba dependiendo de sus movimientos, medio muslo al descubierto.