Sabiendo que intentaría algo por repito toda mi educación familiar al respecto pero a la vez sabiendo que no podría hacer mucho con su tamaño, en un momento me pidió si podía tocarme y yo le respondí que “si” mientras abrí mis nalgas mostrando mi ano, en un momento sentí como metió sus dedos pero lo deje pasar por que eran muy delgados y pequeños como de “princesa” solía decirle, lo siguiente fue que intento penetrarme pero al no saber cómo no lo consiguió por lo que yo me di vuelta y me queje con él después de comprobar que mi culo estaba algo mojado pero solo era la saliva que puso cuando metió los dedos.
Cuando fue su turno se puso con la piernas muy juntas por lo que lo incite a que las abra y separe las nalgas para que pueda ver mejor, él accedió mostrándome un bonito ano color rosa pálido que en conjunto con estar llevando una tanga me recordó mucho al de la chica con la que lo había hecho, estaba tan caliente que mi pene dolía de lo duro que estaba y quería metérsela acomode lugar. Valiéndome de lo que mi amigo había intentado le dije que me deje meter mis dedos en su culo pues era lo justo después de lo que paso, tras suspirar accedió muy a su pesar y metí mis dedos empapados de saliva con algo de líquido preseminal profundo en su culo, y aunque él se quejó un poco al principio después se quedó en silencio incluso cuando comencé a separar mis dedos dentro de su ano mientras escuchaba su respiración agitada por lo que lo tome de la pelvis palpando por encima de la tanga su pequeño pene duro, entonces dije:-¿te gusta que te la metan puta?- el negó y trato de zafarse inútilmente, fue en ese momento cuando acerque mi pene a su ano y lo penetre con algo de dificultad aunque ayudado por la saliva mientras seguía intentado zafarse y me pedía que me detenga entre llantos yo solo continúe mientras le decía:-te quejas igual que una chica, tu pene no sirve para nada, ni siquiera pudiste metérmela deberías ser con el puto de la revista- le dije mientras seguía penetrando profundamente su culo sujetándolo por las caderas, él solo se limitó a pedir pare mientras su respiración parecía más jadeos que otra cosa.
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